Con todo lo que aún nos queda.

Toñi Fernández | Autopublicado | 144 págs | 7.28€ | Autoconclusivo | Español | Comprar aquí

Matt se despidió de ella con un susurro sobre sus labios, sabiendo que jamás podría besarlos. Kiara se rindió sin saber que un beso suyo habría bastado para cambiarlo todo. Al final, lo único que sucedió fue el tiempo… Cinco años más tarde, Kiara cree tener el mundo a sus pies hasta que él regresa para demostrarle lo sencillo que es volver a sonreír.

Un chico solitario. Una chica salvavidas. Y un verano que guarda todo lo que aún les queda por vivir.

Ya sabéis la bonita relación que me une con  Toñi Fernández, así que tuve más que claro que tenía que leer su nuevo libro. Creo que fui la primera en hacerlo; me lo mandó en plena Navidad del año pasado y solo tardé unas horas en conocer a Kiara y Matt.

'—No te pido que vuelvas a mirarme como lo hacías antes… —Trago el nudo que tengo en la garganta y que me impide decir nada más. —¿Entonces qué quieres, Matt? —Que me creas cuando te digo que te he echado de menos.'.

Voy a empezar comentando la trama de la novela. Tal y como nos tiene acostumbrados Toñi, esta novela no se ambienta en ningún sitio en concreto. No es algo que no me guste, porque me es indiferente que esté ambientado o no, y sé que Toñi prefiere lo segundo. Es una novela cortita, pero te hace sentir desde la primera página, a pesar de que no tiene muchos giros y es una novela plana. Estamos ante un cliché bastante usado, y que sabéis que no me gusta mucho: el mejor amigo de tu hermano. Como digo, me gusta que los libros no tengan clichés, pero sé que es casi inevitable que no lo tengan y este, he de confesar, que lo he disfrutado. También puede ser porque Toñi siempre crea unas tramas dulces, tiernas y escenas bajo la lluvia que te dejan sin aliento. La narración es a dos voces, y podemos conocer tanto el punto de vista de Kiara como el de Matt, es algo que me gusta mucho, porque así es mucho más fácil empatizar con los sentimientos y decisiones de cada uno de ellos. 

Prosigo la reseña hablando de los personajes puesto que todos me han gustado muchísimo. He disfrutado de ellos, tanto de los protagonistas como de los secundarios. Matt y Kiara están muy bien construidos y eso, unido a la narración que he mencionado anteriormente, hace que empatices mucho con ellos. Los secundarios no son muchos, pero sí que son los justos y suficientes para el correcto desarrollo de la trama. 

En lo referente a la estructura de la novela, contamos con pocos capítulos, por lo que cada división cuenta con no muchas páginas. Los capítulos de Toñi nunca son demasiado largos, así que eso es un punto a favor para que el ritmo de la lectura sea bastante ágil. Tanto el inicio como el final, llega en su justa medida, ni uno peca de ser introductorio, ni otro de ser precipitado, pero tengo que admitir que me hubiese gustado conocer mucho más sobre los personajes y que la novela fuese más larga porque me dio mucha pena despedirme de ellos.

'Porque nuestros besos, incluso antes de dárnoslo, ya tenían fecha de caducidad'.

Conozco a la perfección la pluma de la autora y sé, que si leyese un libro de ella, sin saber que lo ha escrito, terminaría adivinándolo. Como he adelantado al principio, tiene una pluma muy dulce y una manera de relatarlo todo demasiado tierna y especial. No tenemos escenas sexuales destacables, cosa que he adorado, porque sabéis que no me gustan mucho; pero, de haberlas, siempre están contadas con mucha elegancia y sutilidad, que es a lo que siempre me tiene acostumbrada esta autora. Las descripciones son las justas para situarnos en el escenario al que nos quiere llevar, sin que estas sean demasiado pesadas, ni tampoco tan ligeras que sirvan como pretexto para desconectar de la historia. El nivel de narración y diálogo es más bien equitativo, aunque, si tuviese que decir algo con seguridad, diría que los diálogos tienen más presencia que otra cosa; por lo que no es más que otro factor para que, como yo, leas el libro en cuestión de horas.

En conclusión, «Con todo lo que aún nos queda», es una novela romántica contemporánea con un cliché principal que recorre toda la trama. Unos personajes entrañables y un escenario bien construido. Sin duda alguna, uno de mis favoritos del año por su sencillez y la dulzura que desprenden todas las palabras. Si buscas algo corto para desconectar de lecturas más densas, tienes que dejar que Matt y Kiera conquisten tu corazón con su historia de amor.