A veces nos gustaría soltarnos de su mano y volar alto, lo más alto posible. Él podría auparnos para que pudiésemos llegar a las estrellas sin necesidad de cohete. Él es nuestro compañero no elegido, pero se queda, y lo mejor es sentir que está ahí y solo observa, solo duerme y canta con nosotros. Puede que algún día se vaya y será entonces cuando le soltemos de verdad la mano. O, a lo mejor, nos vamos con él después de tanto tiempo juntos siendo inseparables.
No sabemos lo que el mañana tiene preparado para nosotros, pero sí podemos elegir cómo queremos llegar a ese "mañana": habiendo vivido cada día como el más especial o pensando lo que podía haber sido y no fue. No dejemos que nuestros miedos nos impidan ser felices. No veamos al monstruo como un monstruo, sino como a un tripulante con quien crecer y superarse día a día en la nave que surca los sueños más profundos, las aguas más revueltas y los océanos desconocidos.
El rumbo solo lo puede indicar el capitán de la nave. Lo harás bien.
Creo que es la primera antología escrita por varios autores que reseño, así que espero no hacerlo del todo mal. En primer lugar, quiero agradecer a las coordinadoras por haberme dado esta oportunidad. Participar en una antología era una de mis asignaturas pendientes y he podido cumplirla gracias a ellas. Por si no lo sabéis, Sanagua Aspace Zamora es una asociación destinada a los afectados por la parálisis cerebral, y era la oportunidad perfecta para dedicar mi relato. Me decanté por contar la historia de Julieta, la hija de Amanda. Algunos conoceréis a este personaje, porque es nada más y nada menos que la hija de Tristán, el protagonista de «Solo si es contigo». Tenía muchas ganas de reencontrarme con ella y no dudé mucho en ponerla como la madre de la protagonista.
Ahora sí, prosigo hablando de los relatos que he leído. Aunque fue a principio de año, no he tenido el hueco perfecto para hacer esta entrada tan especial. No quiero que sea una entrada larga, porque, como son relatos, no puedo contar mucho de ellos y casi que prefiero daros una ligera impresión, para que le deis una oportunidad y colaboréis con la causa:
«Pequeña flor que crece a paso lento en un tarrito de miel», de Rebeca Fernández: A pesar de ser breve, creo que es lo mejor que he leído de ella hasta ahora. Una pluma sencilla y emotiva que nos acerca a los problemas y su realidad. Gracias por dejarme conocer a África.
«Desencajarse», de Lucía Rivero: Una carta al pasado con una historia bonita y entrañable, acompañada de una pluma sutil y elegante. Daniel, eres invencible. En mi casa también huele a limón en las buenas ocasiones.
«Mira por mis ojos, camina con mis piernas», de Elena Siles: Un relato que te sacará una sonrisa y te dejará con un buen sabor de boca por la relación tan sana y bonita que mantienen Paula y Álvaro.
«Wings», de Lourdes Galeón: Mezclar fantasía con el tema de la discapacidad me parecía atrevido, pero Lourdes lo ha superado con creces. Una historia bonita, diferente y muy original que me ha encantado.
«Con nadie mejor que contigo», de Marta Inés Rodríguez: Un relato que expresa el amor entre hermanos y lo bonito que puede ser llegar a sentirte parte de ellos. Rubén es especial y me ha hecho sentirlo a mí.
«Y seguiré mi camino», de Lorena B. Robles: Este relato cuenta la historia desde la perspectiva de un chico, cuya historia me ha encantado. De nuevo, fantasía y antología van cogida de la mano con un hilo muy bien cosido.
«El camino de mi vida», de Barsímeo: No soy mucho de poesía, pero Barsímeo ha logrado cautivarme con sus finos y elegantes versos. Mi más sincera enhorabuena.
«Mi héroe», de Eva Sansegundo: De nuevo, una carta que nos retrotrae una historia de superación, llena de amor, amistad y momentos vividos. Víctor es invencible, no me cabe la menor duda.
«Julieta, siempre serás bailarina», de Roma García: No puedo decir nada de mi relato. Lo único que quiero es que lo disfrutéis, como yo hice escribiéndolo. Que conozcáis a Amanda y a su hija Julieta, su historia de superación y amor y su pasión por el ballet.
«Solo un metro más», de Adrián Urze Lozano: La historia de Iván es breve, pero intensa. Muestra la lucha y el esfuerzo constante de un chico por seguir manteniendo su vida con la misma alegría después de un accidente.
«Eres invencible», de Raquelita Gómez: Una chica que me ha acariciado el corazón con sus miedos y su alegría. Emotivo y sencillo; corto y con fuerza. Me ha encantado conocer esta cara de la pluma de la autora.
En conclusión, «Invencibles», ha sido una antología preciosa en la que he tenido el placer de participar. Los relatos son todos bastantes emotivos y es muy fácil poder engancharte hasta terminarlo en poco tiempo. No lo recomiendo, lo súper recomiendo, sobre todo para colaborar con una causa tan importante como la parálisis cerebral. Pronto dejará de estar a la venta, y es el momento de darle una oportunidad.
¡Hola, bonita! Tienes u blog absolutamente PRECIOSO, en serio, es verlo y aaaaw, flipooo.
ResponderEliminarEn cuánto a la reseña te digo, me alegra muchísimo que te haya gustado, leer este tipo de libros produce mucha ternura además de que enriquece a unx mismx por la causa, en este caso, ayudar a personas con parálisis cerebral. Me encanta ayudar <3
¡Un saludo, bonita!
¡Hola! Pues espero que sea todo un éxito y que podáis ayudar a esa maravillosa asociación. Enhorabuena por haber cumplido tu sueño de participar en ella. Un besote :)
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