Meses sin caracoles y ni pastillas.

   Dublineta Eire | Autopublicado | 336 págs | 17.00€ | Español | Comprar aquí

¡Hola de nuevo!
En esta ocasión, os escribo desde mi pisito de soltera. Afortunadamente, ya no estoy internada en el Infanta Cristina, aunque de vez en cuando tengo la mala suerte de tener que acudir a terapia; y no me queda otra que castigar las córneas de mis preciosos ojos con la visión de los frikis empleados, y con la Exmechada. Os adelanto que han contratado gente nueva. Rogelia y Frida han rehecho sus tristes vidas, y cada vez me llaman menos.Un día se me cruzó un cable y, tras un pequeñín altercado en un antro al que llamaban discoteca, decidí romper con todo e iniciar una vida alejada de todas las personas queme perjudicaban. A mi regreso, contacté con gente de mi pasado, creyendo que eran buenas personas, viéndome obligada a hacer algo que jamás antes la antigua Pili hubiera hecho.El destino, que es «muy majo», me ha puesto de nuevo en el camino de las dos locas de mis examigas. Tienen que ayudarme a recordar…
Sí, otra vez he olvidado algo super importante, algo transcendental que marcará mi futuro.

Muchas gracias a la autora, Dublineta Eire, por el ejemplar.

Después de haber conocido la pluma de Dublineta Eire no podía pasar de largo así como así. Necesitaba saber algo más de ella y es que, tuve la gran suerte de que la autora me proporciara en primicia la segunda parte de Días de caracoles y pastillas, cuya reseña podéis ver aquí. Si que es cierto que la primera parte fue más que genial y esta segunda parte tampoco se ha quedado muy atrás.

'Simplemente, la palabra que mejor nos define es que desprendemos amor del bueno'.

Voy a empezar hablando sobre la trama de la novela. Tal y como indiqué en la reseña del primer libro de la bilogía, es una trama a la que no estoy acostumbrada  puesto que soy asidua a otro tipo de géneros. Si que es cierto que quizás la primera novela fue para mi algo más impactante pues la trama me dejo boquiabierta. Con esta segunda entrega ya sabía a lo que me exponía, ya conocía la pluma de Dublineta, ya sabía como era y ya conocía sus Dublinetadas por lo que no me sorprendido tanto como en el primer libro a pesar de que la trama me ha encantado de principio a fin. Hemos concluido la bilogía con una final feliz que tan merecido lo tenía sus personajes. De nuevo, la autora ha hecho que tenga ganas de leer a todas horas puesto que la vida de estos personajes es de todo menos aburrida. Es por esto por lo que la lectura ha sido rápida, amena y sobre todo, ágil ya que en tan solo unos dos días pude leer el libro al completo. Me ha encantado además, la forma que ha tenido la autora de terminar el libro con ese gran epílogo dónde explica todos y cada uno de los detalles de la novela y dónde no deja ni un cabo sin atar.

Prosigo la reseña hablando de los personajes. Concretamente, la protagonista me ha sacado de mis casillas en más de una ocasión y te tenido una relación de amor-odio con ella. En cuanto a los demás personajes me han vuelto a encantar. Algunos han sufrido muchos cambios con respecto al primer libro y otros siguen en la misma línea. La intromisión de personajes nuevos ha sido muy buena puesto que hemos llegado a conocer muchas más personalidades paranoicas propias de la autora. Algo que me gustaría destacar es que Dublineta hizo muy buen trabajo ya que muchos de los personajes del primer libro aparecen en esta segunda entrega en un plano secundario. Para mí hubiese sido muy difícil quitarle protagonismo a personajes tan importantes del primer libro.

En lo referente a la estructura de la novela, es algo que me gustado mucho. Consta de 304 páginas donde encontraremos 30 capítulos más epílogo por lo que podemos decir que cada capítulo consta aproximadamente de unas ochos páginas. No se me han hecho largos ni pesados en ningún momento puesto que, como en su primera entrega, la autora ha sabido jugar con la historia para que en cada final del capítulo te quedes con ganas de leer un poquito más. El vocabulario que usa de nuevo es ágil, sencillo y sobre todo familiar y cotidiano que hace que te introduzcas a la lectura demasiado rápido. 

'La emoción me embarga, lloro y lloro, pero es que no puedo dejar de hacerlo, soy feliz. Por primera vez en mucho tiempo realmente feliz, me ha costado pero lo he conseguido'.

La pluma de la autora ya la conocía por lo que he podido comprobar que se ha mantenido en la misma línea literaria. No he encontrado fallos de ningún tipo. Por otro lado, tal y como digo en la reseña anterior, y un poco más arriba, utiliza un vocabulario muy sencillo y ameno a la par que divertido puesto que son muchas las ocasiones en las que no he podido parar de reír. Tiene un humor peculiar,  dublinetizado por lo que no me cansaré de decir que es la reina del humor. Me reitero en que me encantaría leer todos los demás libros que la autora tiene en el mercado ya que siempre terminaré con el mismo sabor de boca y saliendo de mi zona de confort. Algo que me gusta de ella es que escribe como poca gente o casi nadie hace. No es una historia cotidiana ni una historia que podamos ver en cualquier otro autor sino que ella hace de sus libros algo único y original y eso es lo bonito de la literatura, la magia que Dublineta crea con sus palabras.

En conclusión, ha sido una segunda entrega que no se queda atrás de la primera. Una segunda parte llena de vaivenes, altibajos emocionales y una protagonista que podemos clasificar como 'loca de remate'. Unos personajes e intervenciones increíbles. Una novela donde gobierna la curiosidad por saber más de los protagonistas. Sin duda, son unos libros que recomendaré a todo el mundo que le encante el humor y las historias surrealistas.