SUSPENSE, ACCIÓN, GIROS INESPERADOS. ¿CONSEGUIRÁS SABER QUIÉN ES EL ASESINO ANTES DE ACABAR EL LIBRO?
Nueva York, 2015. Un teniente de la policía y un agente del FBI, se unen para atrapar a un implacable asesino que dibuja un reloj en el cuerpo de sus víctimas, marcando una hora en concreto en cada cuerpo. Pero, ¿por qué hace eso el asesino?
Una noche, una bella mujer entra en la cafetería en la que el agente especial del FBI, John Harris, disfruta de un café. Ella, le dice que sabe la identidad del asesino, e incluso, su ubicación exacta. La única condición para darle tal información, es que la ayude a encontrar al responsable de la muerte de su marido dos años atrás. ¿Tendrá ese crimen alguna relación con el asesino del reloj? ¿Puede esa mujer saberlo todo? ¿Quién es esa mujer?
Al mismo tiempo, el teniente de la policía de Nueva York, Andrew Morrison, se verá inmerso en el juego del asesino. ¿Por qué el asesino ha involucrado al teniente en su perverso juego?
Prepárate para entrar en esta emocionante novela policíaca que no podrás dejar de leer.
Conocía a Angel Fernandez, porque se puso en contacto conmigo para ponerle cara a sus novelas y, después de ver la trama de esta, me animé a conocerla. Me decanté por un thriller porque son los que más me gustan y sabía a la perfección que me haría pasar un buen rato.
'Dejaba a sus víctimas completamente desnudas en la escena del crimen, y sobre el pecho, con la sangre de ellas, dibujaba un reloj con una hora en concreto'.
Voy a empezar comentando la trama de esta la novela, que me ha gustado mucho. Viajaramos hasta Estados Unidos, aunque creo que no hay demasiados datos de ambientación; tampoco hacen falta en una novela como esta, aunque se agradecen. He de decir que tiene bastantes giros literarios y, también saltos temporales, por lo que es muy fácil perderse a pesar de que la trama esté bien hilada. Tienes que tener los cinco sentidos puestos a la hora de leer para no perderte absolutamente nada. Hay narración tanto en primera como en tercera persona y esto es bastante bueno porque, además de conocer de primera mano el pensamiento de los personajes, conocemos los del narrador omnisciente.
Prosigo la reseña hablando de los personajes, que, como ya he adelantado son varios y hay que estar pendiente para no perder el hilo de cada uno. Las descripciones de ellos son buenas y la creación de ellos también, aunque yo hubiese profundizado un poco más.
En lo referente a la estructura del libro, tenemos unas divisiones bastante cortitas, que hacen que el ritmo de lectura sea bastante rápido y ágil y puedas leer la novela casi de una sentada. El final igual puede parecer un poco precipitado, pero el inicio creo que se desarrolla de la manera más correcta, siendo pausado, pero no aburrido.
En conclusión, «El asesino del reloj» es una novela perfecta para iniciarse en el género por su extensión, pero a la que tienes que ponerle tus cinco sentidos para no perderte. Giros inesperados y un final conciso y directo.
Angel Fernandez | Autopublicado | 261 págs | 11.43€ |
¿PUEDE EL AMOR LLEVAR A LA LOCURA?
Misterio, locura, horror, amor, desamor, amistad…
El ilusionista de Varsovia es una novela difícil de explicar… a veces, en historias como esta es mejor dejarse llevar entre sus páginas. Podemos decir que en ella descubrirás la amistad, la esperanza, el amor, el desamor, el horror y la locura que quizá existe en cada uno de nosotros. Irás de la mano de Abraham, un joven que en plena Segunda Guerra Mundial aprendió a sobrevivir en el gueto de Varsovia, un lugar en el que conocerá a gente fascinante pero, antes de todo eso, fue un niño que tuvo que hacerse mayor demasiado pronto.
Es mucho mejor para el lector que no conozca demasiado el argumento de la novela, sumérgete en sus páginas… ríe, llora, sonríe y emociónate.
¿Estás preparado? La novela comienza con un enigmático anciano contando una increíble historia…
Reirás, llorarás, sonreirás y te emocionarás con esta maravillosa novela.
Como ya he dicho, conocí a Angel Fernandez, profesionalmente y, después de leer su anterior libro y que me ofreciese hacerme llegar esta novela en papel, no tardé mucho en devorarla. Quería ver cómo se movía en el género histórico con toques de drama; me gustó bastante y me dejó un buen sabor de boca.
'En ese momento, deseó con todas sus fuerzas ser una rata, si lo fuera, se escondería debajo del sofá pero, no lo era'.
Voy a empezar comentando la trama de esta la novela. En esta ocasión, nos iremos a la Segunda Guerra Mundial y el holocausto. Como bien especifica el autor, no se ha centrado en relatar muy bien lo que ocurría en los campos de concentración, así como lo referente al contexto histórico sino que le ha dado más protagonismo a la historia de los personajes. Nos encontramos ante una historia más bien plana, con pocos giros, pero con un trasfondo bastante bonito y un mensaje directo. La narración será en tercera persona y aviso que, también, hay que estar bastante atento a las fechas de los capítulos para no perdernos.
Prosigo la reseña hablando de los personajes, con los que he conectado mucho y he sentido a la misma vez. De nuevo, creo que habría profundizado un poco más en su historia para conocerles más, haciendo una trama un poco más larga, pero igualmente considero que están bien trabajados tanto física como psicológicamente.
En lo referente a la estructura del libro, volvemos a encontrarnos con divisiones cortitas que facilitan la lectura. De nuevo, siento el final que ha sido un poco precipitado, mientras que el inicio no me ha parecido apresurado, pero tampoco aburrido o monótono, por lo que es fácil entrar en la historia y conectar con ella.
No he analizado la pluma del autor hasta llegar aquí para hacerlo en conjunto. Creo que es un estilo bastante directo, con un vocabulario coloquial que no se hace cuesta arriba y unas descripciones breves y concisas. Su forma de escribir no se hace pesada en ningún momento y es bastante fácil poder terminar sus libros en menos de veinticuatro horas.
En conclusión, «El ilusionista de Varsovia» es una novela histórica corta ni pesada ideal para iniciarte en el género, descansar de lecturas más densas o probar la pluma del autor en la que para mí y hasta la fecha es su mejor novela.