El hielo de mis venas.

   Mike Lightwood | Plataforma Neo | 428 págs | 17.90€  | Español | Comprar aquí

Vivir con culpa no es tarea fácil, y eso es algo que Darío sabe muy bien. Después de todo, el que solía ser su mejor amigo vive un auténtico infierno tras confesarle lo que sentía por él, y lo peor es que Darío no puede hacer nada para arreglar la situación. Atormentado por unas oscuras pesadillas, Darío se enfrenta cada día a su peor enemigo: él mismo. El problema es que es demasiado difícil aceptar lo que siente, sobre todo cuando hacerlo significaría que tal vez no sea la persona que siempre ha creído ser. El hielo de sus venas se extiende cada vez más, y dependerá solo de él conseguir que se derrita o dejar que se extienda hasta congelarlo por completo.

       Muchas gracias a Plataforma Neo por el ejemplar.

Empecé a leer este libro con mucha ilusión ya que tenía muchas ganas de retomar la historia de Óscar, Fer y Darío. La verdad es que ha sido un poco decepción porque me esperaba otra cosa que no es lo que he encontrado en absoluto. Pensaba que Mike de nuevo iba a sorprenderme y engancharme pero esta vez no ha sido así.

Comienzo haciendo referencia a la trama de la novela. No me ha terminado de convencer. Realmente, este libro no es una segunda parte, no. Es la historia de la primera parte, contada desde el punto de vista de Darío. Que, atención señores, Darío es otra persona. El Darío que podíamos ver en el primer libro no tiene ni punto de comparación con este libro. Sí, entiendo que los personajes evolucionen y demás, pero no me creo en absoluto que en la primera parte Darío actuase fatal y ahora en la segunda, contada por él, se sienta una mierda. Esto ha derivado en que, no he conectado con muchos de los personajes porque, como acabo de indicar no me los he creído en ningún momento. Esta vez, me parecen superficiales y las decisiones y actitudes que toman son irrelevantes e incomprensibles.

Me gustaría hacer especial mención a las ilustraciones del libro. Todas están realizadas por Hugo Díaz González y, la verdad, es que clava a los personajes a la perfección. Son todos como me los imaginaba en la cabeza y como Mike los describe en sus dos novelas. Son ilustraciones donde se ve reflejado sentimientos como el amor y la fraternidad existente entre los personajes y además, trasmiten una ternura increíble. Un trabajo maravilloso que acompaña perfectamente las palabras del autor y, ayuda a tu imaginación a saber como son Óscar, Fer y Darío.

También he de indicar que me costó en muchas ocasiones recordar las acciones y momentos que el autor hacía referencia. Me leí la primera parte del libro en diciembre de 2016, por lo que gracias a mi memoria de pez, que tiene envidia de la de Dori, me ha costado mucho recordarlo todo y en dos ocasiones, he desistido y ni siquiera me he acordado de lo que estaba diciendo Mike. Pienso que quizás, hubiese sido mejor no dejar tanto tiempo entre ambos libros, pero bueno, eso no es una crítica al libro si no más bien, mía personal.

El lenguaje del autor es ameno, comprensible, sencillo y cotidiano por lo que en ese ámbito, no tengo nada que objetar en ninguno de los aspectos. En cuanto a lo que la pluma del autor se refiere, en esta segunda parte me ha resultado mucho más tediosa que la primera. El fuego en el que ardo lo leí en cuestión de horas y este libro me ha llevado más de dos semanas por lo que podréis entender mi gran frustración y aburrimiento con El hielo de mis venas. 

En conclusión, El hielo de mis venas ha sido un libro que me ha sorprendido para mal. Un libro en el cual, a pesar de tener todas mis expectativas depositadas, se ha venido abajo en cada página que iba avanzando. Sin duda, me quedo con el recuerdo del autor en su primera novela ya que esta puede resumirse en: tediosa, aburrida y para mí, innecesaria. Son muchas las ocasiones que se aprovecha un libro para sacar segundas partes, spin-off y demás. En este caso, creo que este volumen está totalmente de sobra.