Wonder. La lección de August.

   R.J Palacio | Nube de tinta | 409 págs | 14.95€ | Inglés | Comprar aquí

«Todos deberíamos recibir una ovación al menos una vez en nuestra vida, porque todos vencemos al mundo.» Auggie

Su cara lo hace distinto y él solo quiere ser uno más. Camina siempre mirando al suelo, la cabeza gacha y el flequillo tratando en vano de esconder su rostro, pero, aun así, es objeto de miradas furtivas, susurros ahogados y codazos de asombro. August sale poco, su vida transcurre entre las acogedoras paredes de su casa, entre la compañía de su familia, su perra Daisy y las increíbles historias de La guerra de las galaxias.
Este año todo va a cambiar, porque este año va a ir, por primera vez, a la escuela. Allí aprenderá la lección más importante de su vida, la que no se enseña en las aulas ni en los libros de texto: crecer en la adversidad, aceptarse tal como es, sonreír a los días grises y saber que, al final, siempre encontrará una mano amiga.

Desde que supe de la existencia de este libro, de mano de R.J Palacio tuve ganas de sumergirme en sus páginas. Todo eran buenas opiniones, qué digo buenas ¡fantásticas! así que no podía esperar más para hacerme con un ejemplar del libro. Como muchos sabéis, el día seis de enero fue mi cumpleaños y mi novio no tuvo mejor regalo que este libro, pues sabía desde hace mucho tiempo, y ahora que ha salido la adaptación, que quería leerlo.

'Todos deberíamos recibir una ovación al menos una vez en nuestra vida, porque todos vencemos al mundo'.

Voy a empezar comentando la trama de la novela. Ha sido maravillosa, con todas y cada una de sus letras. Me ha hecho llorar, cosa que, como sabéis, es difícil. En cuanto cerré el libro, pues ya lo había terminado, las lágrimas no paraban de emanar de mis ojos. Ni que decir tiene que este libro se ha convertido desde casi el principio en uno de mis libros favoritos y mejores lecturas de 2018. Y sí, lo digo con tanta seguridad porque sé que pocos libros, por no decir casi ninguno, van a estar a la altura de semejante historia. Una historia desgarradora, emotiva, y sobretodo y no menos importante: real. Es un libro que narra todo lo que le puede llegar a suceder a una persona, ya sea niño o adulto, que desde pequeño, su único deseo es ser una persona normal. La historia consta de ocho partes, de las cuales tres de ellas, están contadas por nuestro protagonista: August Pullman, mientras que las demás son narradas por otros personajes secundarios. 

Prosigo la reseña hablando de los personajes con los que he conectado a la perfección. Me ha encantado poder conocer la versión de todos y cada uno de los personajes  secundarios más relevantes que conforman la historia. Al principio, debo admitir que me mostré un poco reacia a conocer versiones diferentes al del protagonista, pero a medida que iba avanzando, me di cuenta que, todos los puntos de vistas, en su conjunto, ayudarían a conocer más la historia, enriquecerla y entenderla. Todos los personajes son redondos, descritos a la perfección, física y psicológicamente, por lo que se pueden conocer a la perfección todos los personajes, tanto a los principales como a los secundarios.

En lo referente a la estructura de la novela, es magnífica. Pues cuenta con un gran número de páginas, pero unos capítulos con no más de dos páginas por lo que te incita a leer un poquito más con tal de saber que ocurre con la novela. Sin darte cuenta, has leído cien páginas y no, no supone mucho tiempo, ni esfuerzo, ni nada parecido ya que yo, me ventilé el libro en tan solo veinticuatro horas. Algo que me ha gustado muchísimo de este libro es que los capítulos no terminan de manera intrigante, pues es algo que, a veces, no me gusta. Es una manera de obligar al lector a leer. Este libro se lee por puro gusto, diversión y amor.

'No es más que un niño. El niño con la pinta más rara que he visto en mi vida, sí. Pero un niño'.

La pluma ha sido sorprendente. Ha sabido como expresarse como un niño y, algo que me ha fascinado, ha sido que, todas las partes están contadas de una manera distinta, con unas expresiones diferentes por lo que se puede distinguir y se hace notar que, cada persona tiene una forma de expresarse diferente. El vocabulario de la novela es abundante, y no se hace en ningún momento cuesta arriba. Es coloquial, familiar, cercano, pero con un toque formal y elegante que marca la distinción. Es una autora que, sin lugar a dudas, repetiré pues transmite demasiado, más que eso incluso, con su manera de escribir, con sus palabras y con todos los momentos que nos deleita. Ya os digo que, hacerme llorar con una novela es muy difícil y esta autora lo ha conseguido. Me ha tenido con el corazón en un puño desde el principio hasta el final de sus páginas. Algo donde me gustaría hacer hincapié, es que en toda la novela hay momentos de risa, lágrimas, dolor y diversión por lo que quiero aclarar que no, no estamos ante la típica novela que pretende provocar la lágrima fácil para llegar al corazón y convertirse en un best-seller. 

En conclusión, ha sido una novela llena de altibajos emocionales. Un libro con una historia y un protagonista digo de admirar. Una manera de escribir que te desgarra el corazón. Sin lugar a dudas, es el mejor antídoto para el bullying, eso que estamos cansados de intentar erradicar. Una novela que debería leerse en todos los institutos, colegios ¡e incluso carreras! pues no solo transmite un buen mensaje sino una buena lección. La lección de August, la más importante de todas.