Al marido de Asa le han ofrecido un trabajo en una zona remota de Japón, junto al hogar en que nació. Durante un verano excepcionalmente cálido, la pareja se instala junto a la casa de los suegros, entre el ensordecedor e invasivo rugido de las cigarras. Hasta que un día Asa se topa con una extraña criatura, que no se parece a nada. La sigue hasta el terraplén de un río y cae en un agujero que parece haber sido creado para ella, y en el que queda atrapada para siempre. Casas asoladas por plagas de comadrejas. Niños fantasma. Pasillos que nos transportan «al otro lado», como si Alicia reviviera en el Japón de la tecnología punta. Oyamada firma un tríptico narrativo literariamente puro sobre la idea de que el entorno que nos rodea puede anticipar nuestras emociones y hasta nuestro destino.
No conocía la pluma de Hiroko Oyamada, pero es cierto que tenía muchas ganas de probar la literatura asiática. No había leído nada con anterioridad, pero quería probar con un género poco conocido para mí y que considero que estaba fuera de mi zona de confort. No os entretengo más y os cuento un poco más mi primera toma de contacto.
'Morirse repentinamente es el deseo de todas las personas mayores'.
Voy a empezar comentando la trama de esta la novela, aunque no podemos hablar de ello como tal puesto que está compuesto de tres relatos diferentes, aunque el último sí que puede tener cierta relación con el primero. Me lancé a leer este libro sin saber este dato, así que lo dejo aquí remarcado por si a alguien le pasa lo mismo que a mí. Es un poco lioso y los diálogos no van con raya larga, como en los libros que estamos acostumbrados a leer, sino con comillas españolas («»). Cierto es que solo lo encontré en el primer relato de los tres, pero se me hizo algo incómodo porque terminaba mezclando la narración con el diálogo. Por otro lado, los relatos no tienen división alguna y todos están relatados en primera persona.
Prosigo la reseña hablando de los personajes, con los que no he conectado nada y he sentido que han pasado de largo por toda la historia. Al tratarse de una historia de relatos, es más complicado que empaticemos con ellos porque es mejor el tiempo que estamos con ellos, pero, aún sabiéndolo, no he conseguido sentirme parte de ellos en ningún momento, al igual que tampoco los he considerado redondos ni bien trabajados.
En lo referente a la estructura del libro, como ya he dicho, son tres relatos indiferenciados. No hay subcapítulos dentro de ellos ni nada parecido, por lo que, probablemente te quedes a mitad de algún relato en algún parón que hagas. Sin embargo, el ritmo general de la novela es bastante lento y pesado, considerando que el final tendría que haber llegado un poco antes tratándose de un libro en el que la acción brilla por su ausencia.
Como he dicho, no conocía la pluma de la autora y no sé si me animaré de nuevo con ella. Lo que sí tengo claro es que lo haré con la literatura japonesa en general, puesto que considero que con esta novela no he tenido mucha suerte. He sentido que la manera de escribir es demasiado descriptiva y monótona.
En conclusión, «Agujero» ha sido una toma de contacto que se ha quedado en el camino en una historia un poco pesada y aburrida pero que animo a leer a todo aquel que le llame la atención, pues lo mío no es más que una experiencia.
Corre el año 1834 y Madrid, una pequeña ciudad que trata de abrirse paso más allá de las murallas que la rodean, sufre una terrible epidemia de cólera. Pero la peste no es lo único que aterroriza a sus habitantes: en los arrabales aparecen cadáveres desmembrados de niñas que nadie reclama. Todos los rumores apuntan a la Bestia, un ser a quien nadie ha visto pero al que todos temen.
Cuando la pequeña Clara desaparece, su hermana Lucía, junto con Donoso, un policía tuerto, y Diego, un periodista buscavidas, inician una frenética cuenta atrás para encontrar a la niña con vida. En su camino tropiezan con fray Braulio, un monje guerrillero, y con un misterioso anillo de oro con dos mazas cruzadas que todo el mundo codicia y por el que algunos están dispuestos a matar.
De manera magistral, Carmen Mola teje, con los hilos del mejor thriller, esta novela impactante, frenética e implacable, de infierno y oscuridad.
Carmen Mola fue uno de mis mejores descubrimientos del 2021, así que imaginaos la ilusión que me hizo saber que en 2022 traería nueva novela que, además, había sido galardonada con el Premio Planeta de ese mismo año. La premisa que había en la sinopsis era muy diferente a lo que había leído de ella (sé que son tres hombres, pero haré la reseña en femenino refiriéndome al nombre elegido), así que lo compré el mismo día que salió a la venta y me puse con él.
'Me hace sentir libre. En la vida, Lucía, una, casi sin ser consciente, a veces se esconde detrás de las máscaras como en un baile de disfraces. Se comporta y se ríe como se espera que haga. Encontrarás muy pocas personas que estén dispuestas a mirar de verdad dentro de ti.'.
Prosigo la reseña hablando de los personajes, que son bastantes y puede que al principio nos liemos un poco. Sin embargo, creo que los principales tienen una personalidad definida y son completamente redondos, aunque no ocurre lo mismo con los secundarios, cosa que no le he dado especial importancia porque tienen menos peso en la trama. Por otro lado, el tener de protagonista (en un libro que no es middle-grade ni destinado a niños) a una chica pequeña ha sido, en mi opinión, un hándicap.
En conclusión, «La Bestia» es un thriller histórico que, si bien no me ha enganchado ni cautivado como la trilogía, me ha dejado con buen sabor de boca. Recomendado para cuando te apetece leer algo denso y bien trabajado, compaginado siempre con algunas lecturas más ligeras.
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