Cometa sin cuerda.

Esther Carretero | Autopublicado | 433 págs | 15.00€ |
Autoconclusivo | Español | Comprar aquí

Zoe es una cometa rota. Tras un revés de la vida, se encuentra perdida y sin saber qué hacer, hasta que su mejor amiga le propone hacer la mayor locura de todas: viajar hasta Seúl para ocuparse de su piso. No solo tendrá que lidiar con el idioma, la cultura... también tendrá que hacer frente a su vecino, un chico que parece que ha encontrado su entretenimiento perfecto: hacerle la vida imposible. ¿Logrará dejar atrás el dolor del pasado y encontrar el valor que perdió tiempo atrás? ¿Podrá el amor hacer volar una cometa sin cuerda? 

Muchas gracias a la autora, Esther Carretero, por el ejemplar.

Conocí a  Esther Carretero a través de una de mis mejores amigas, Esther Abellán, administradora del blog Rumbo a lo desconocido. Tanto mi amiga como yo, organizamos una lectura conjunta de «Nosotros en la luna», libro que, por cierto, no fui capaz de terminar porque no me llamó nada la atención. Esther Carretero se sumó y, desde ahí, hemos entablado una amistad que ha llegado hasta este punto. Después de haberos hablado de ella un poco más el sábado, hoy os traigo la reseña de su primera novela.

'¿Cómo iba a ser capaz de querer a alguien más cuando ni siquiera podía encontrase a sí misma al otro lado del espejo?'.

Voy a empezar analizando la trama de la novela. Nos iremos hasta Seúl, como ya vemos en la sinopsis, y la verdad es que contaremos con grandes datos de ambientación, por lo que es bastante fácil irnos hasta el continente asiático; no solamente tendremos datos turísticos sino también relacionados con su cultura y forma de vivir. Todo estará narrado en tercera persona, con ayuda de un narrador omnisciente, aunque todo estará más centrado en el punto de vista de Zoe, nuestra protagonista. Me gusta mucho más la narración en primera persona, tanto escribirla como leerla, pero tampoco me molesta cuando no me la encuentro, como ha sido este caso. A mi parecer, no nos encontramos con muchos giros argumentales que tengan un gran peso y efecto sobre la trama, por lo que podríamos decir que es una historia más bien lineal. Con esto, como siempre indico, no quiero decir que la trama sea aburrida, ya que hay muchos libros que, partiendo de su sencillez se convierten en grandes novelas. Personalmente, creo que, en este caso, lo importante es aprender con Zoe sobre su viaje y todo lo que conlleva el mismo. Por último, lo que sí me ha chocado un poco más es las numerosas coincidencias y encuentros fortuitos que se dan entre los personajes en una ciudad tan grande como Seúl.

Prosigo la reseña hablando de los personajes puesto que, a decir verdad, me ha costado conectar con alguno que otro. Creo que tanto Zoe como Kyung, los protagonistas, tienen una personalidad muy bien desarrollada, siendo además bastante diferentes. Me ha costado muchísimo poder entender a nuestro personaje masculino, comprender su actitud, tanto consigo como para con los demás. Con Zoe me ha pasado en muchas menos ocasiones y sí he sido capaz de ser empática con sus sentimientos y pensamientos. Tal vez me haya costado más conectar porque, en algunas ocasiones, los he visto demasiado correctos. Creo  que una persona falla, se equivoca y suelta un taco cuando está hasta arriba y no puede más, y no me he encontrado con esto en este libro. Los personajes secundarios son bastantes y, como es lógico, tienen menos relevancia en la trama; sin embargo, con quien más identificada me he sentido es con una de ellas. Por último, apuntillar que me hubiese gustado que Zoe interactuara más con sus amigos y ambiente en España, pero también ha estado muy bien seguir conociendo la seulés, que estaba llena de entresijos bastantes entretenidos. 

En lo referente a la estructura de la novela, contamos con 64 capítulos más epílogo en las 433 páginas que tiene el libro. Esto quiere decir que, aproximadamente, cada capítulo cuenta con unas 6 páginas y media. No es una extensión muy larga, pero tampoco muy corta, por lo que es perfecto para que el ritmo de lectura sea ágil y no terminemos dejando el libro llorando en un rincón y con el marcapáginas a medio capítulo. El principio no se hace nada precipitado y el final llega cuando tiene que llegar sin dar lugar a una extensión sinsentido y llena de datos innecesarios que solo hacen engrosar la trama.

'Tú estás hecha para volar libre'.

Desconocía completamente la pluma de la autora, ya que es su primer libro, aunque ya había escrito algún que otro relato con anterioridad. Hace uso de un lenguaje muy descriptivo que, si bien al principio puede parecerte un poco abrumador, luego te vas adaptando a su manera de escribir y se hace un poco más ameno que al principio. El vocabulario es coloquial y directo, no encontraremos unas grandes reflexiones, cosa que últimamente no me gusta encontrar en libros porque se peca mucho de su uso. El nivel diálogo-narración es bastante equitativo y no podría decir si hay presencia de uno más que de otro, por lo que ni se hace demasiado rápido ni tampoco cuesta arriba el poder terminar la novela. En este caso no vamos a encontrar escenas sexuales cosa que he agradecido porque, como ya sabéis, no me gustan que estén detalladas con pelos y señales. Soy de las que prefiere dejar volar la imaginación, puesto que para eso están los libros, y que cada cual piense lo que quiera. Por último, pero no menos importante, es la primera novela que leo ambientada en Asia y me ha gustado mucho hacerlo de la mano de Esther, que ha sabido reflejar muy bien todo lo relativo a él sin resultar soporífero. 

En conclusión, «Cometa sin cuerda» es una novela llena de amor, y segundas oportunidades que te hacen volar sin tener alas. Por causas ajenas a mi voluntad, tardé en leer el libro más de lo esperado, pero os puedo asegurar que tiene todos los elementos para que, en poco tiempo, puedas conocer la historia de Zoe y Kyung y su viaje a Seúl.