«Vi irse a María con mi cuñado el jueves a las dos y media de la madrugada. Él volvió y ella, desde entonces, está desaparecida .»
La rutina de Andrea, una escritora de thrillers traumatizada por un horrible suceso del pasado y un matrimonio que está a punto de romperse, se ve interrumpida por la inesperada llegada de su cuñado. Víctor es un tipo silencioso y extraño al que apenas conocen.
Su manía de fisgonear a través de la ventana de la cocina la vida de sus vecinos, llevará a Andrea a descubrir que una madrugada estival cualquiera, en la calle de la urbanización en la que vive y donde nunca pasa nada, su vecina María se sube en el coche de su cuñado. Él vuelve, pero María no.
Leer a Lorena Franco se está convirtiendo en un acierto permanente. Ya sabéis que no me animé con ella hasta el confinamiento, pero siempre consigue enamorarme con sus letras, se mueva en el género en el que se mueva. La admiro muchísimo y no dudé ni un segundo en proponer esta novela cuando mi amiga Esther y yo comenzamos a decidir cuál sería la idónea para nuestro club de lectura.
'Desperdiciamos la belleza de las cosas pequeñas por preocuparnos en exceso de su caducidad, sin tener en cuenta en la mayoría de las ocasiones que eso nos impide disfrutar del momento'.
Voy a empezar comentando la trama de la novela. Como ya es típico de Lorena, nos iremos hasta Cataluña, concretamente a Barcelona. Y es que, Lorena se caracteriza por utilizar siempre su ciudad natal para ambientar todas sus historias. La verdad que yo las disfruto muchísimo y consigo siempre pasear por sus calles con ayuda de la autora. Hay una gran documentación y se esmera en ser lo más fiel a la realidad posible, cosa que agradezco. Como es de esperar en una novela como esta, serán muchos los giros con los que nos encontremos. Para mí, ninguno de ellos fue predecible, no me los esperaba y, cuando quise darme cuenta, me estaba dando de bruces con algo que me había dejado boquiabierta. Algo que me gusta de ella, es que no siempre lo deja todo para el final y te va desgranando lo más importante poco a poco para que saques siempre tus propias conclusiones, aunque en mi caso, erróneas. Tendremos una narración en primera persona, desde el punto de vista de Andrea, la protagonista, aunque también seremos cómplices de otros personajes que quieran contarnos su visión de la trama, cosa que me gusta mucho de los libros de Lorena. No hay nada que se escape ni que se quede en el aire; la autora siempre deja todo atado para que no quede una trama incompleta.
Prosigo la reseña hablando de los personajes puesto que todos me han gustado. Por un lado, tenemos a nuestra protagonista, Andrea, un personaje muy bien construido que se aleja de cualquier estereotipo de los que estoy cansada de leer. Es una mujer que, como muchas otras personas, han terminando sintiéndose en una burbuja, ajena a todo su alrededor. Ni que decir tiene que es completamente redondo, al igual que los personajes que la rodean. Los personajes secundarios se mantienen en su línea y no le roban el protagonismo a los principales, pero también tienen secretos y claroscuros.
En lo referente a la estructura de la novela, contamos con capítulos sin numerar, como también es típico en Lorena, por lo que no os puedo hacer el cálculo que siempre os traigo. Sin embargo, sí puedo decir que las divisiones son bastante cortitas y dependen mucho del narrador con el que nos encontremos. Algunos tienen más que decir que otros, y eso me deja con ganas de seguir conociendo los que se quedan más escuetos y te obligas a leer más, por lo que esto hace que el ritmo de lectura sea bastante ágil.
'En mis últimos segundos de vida me pregunto si realmente conocemos a quienes nos rodean'.
Ya es la sexta novela que leo de la autora en lo que va de año, por lo que conozco de sobra la pluma de Lorena. Es especialista en dejar con las ganas de leer, de descubrir todo lo que pasa con la ayuda de un lenguaje bastante coloquial, pero formal y una narración bastante descriptiva que te es útil para introducirte en la historia sin darte ni cuenta. Siempre tenemos algo de sexo, algo relacionado con él, pero lo hace de una manera tan, pero tan elegante, que la admiro por cómo es capaz de llevar a su terreno todo lo que se propone de esa forma tan característica. Estoy segura de que, si leyese un libro sin saber su autor y fuese ella, la cazaría al vuelo por cosas como estas. Si hago una comparativa entre diálogo y narración, creo que el claro vencedor sería este último, pero no por ello se hace algo pesado ni aburrido, puesto que, como ya viene siendo costumbre, me leí su novela en pocos días; de no haber tenido tantos inconvenientes personales, tan solo habría durado veinticuatro hora en mis manos.
En conclusión, «Ella lo sabe», me ha servido para corroborar la pasión que tengo por la pluma de Lorena. Una novela adictiva, llena de giros bruscos inesperados que te hacen no querer despejar los ojos del libro. Sin duda alguna, vuelve a entrar en los favoritos del año adelantando por la derecha a muchos otros.
¡Hola! Pues parece que tiene todo lo que suelo buscar en este tipo de libros así que me encaja darle una oportunidad. Un besote :)
ResponderEliminar¡Hola! La verdad es que estoy viendo muchas reseñas positivas de esta novela últimamente, pero aun así no me animo a darle una oportunidad porque no es un género que suela leer. A lo mejor más adelante cambio de opinión, pero por ahora lo dejo pasar.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
No conocía el libro, pero he oído hablar de la autora. Me la apunto.
ResponderEliminarUn abrazo.